martes, 6 de septiembre de 2011

Montando el Telar

Hacer una alfombra de mecate en el telar,  por Martina para las mujeres del talles de Identidad y Creatividad en San Isidro de El Guarco

lunes, 15 de agosto de 2011

Todavía hay cabuyeros en el cantón de El Guarco….

Se han encontrado registros fotográficos y testimonios de personas mayores, que  evidencian el trabajo con la fibra de cabuya en El Cantón de El Guarco, desde el año 1900.
Se comprueba además que el Ex presidente José Figueres Ferrer inicia con la industria de la Cabuya en el año 1929,  con su empresa en La Lucha Sin Fin. (test, José Robles, agost, 2011, La Lucha) Desde ese momento, la producción se disparó beneficiando a  muchas familias con la mano de obra, aunque a su vez, otras familias se vieron afectas económicamente.  Según dicen algunos campesinos, el ex presidente bajo su política de sostenibilidad,  les subsidio con tierras y dinero a la mayoría que se vieron perjudicados con la producción de mercado de mecate y otros artículos
Hace menos de 45 años era común ver en las orillas de las calles y “callecillas” de los barrios de El  Tejar, Tobosi, San Isidro y otras comunidades aledañas, a los cabuyeros y sus familia haciendo mecate, tejiendo la tradicional bolsa de mercado, la alforja, la cincha para el caballo o para las cogidas del café, la soga, en fin…. los chiquillos dedicaban parte de su tiempo de juego a “darle a la carretilla” -como dicen los cabuyeros-  los adultos se dedicaban a la extracción manual de la fibra y al tejido de los artículos además de la venta. Era una actividad que servía de sustento a muchas familias
Lo que muchos de esos trabajadores no sabían, era que la industria del mercado tenía otros intereses económicos que le iban a generan más ganancia al comerciante y menos ganancia al trabajador jornalero.
Y vinieron los empresarios ofreciendo un producto más fácil para trabajar, manipular y más duradero, -El sintético- aunque menos amigable con el ambiente, pero esto último  era lo menos importante en esa época.
Esta materia prima que sustituyo en gran parte a la cabuya, tuvo mucha aceptación en el mercado, pero solo algunos pocos cabuyeros se acogieron a ese mercado, el éxito del producto surgió gracias a las empresas del  que colaboraron en desplazar el mecate de cabuya. Otro textil que fue y sigue siendo utilizado por los artesanos, es  la  tela de hilo o algodón (sobrantes de hilo que sobran de las maquilas) que utilizan para hacer hamacas y que produjo gran incremento en el mercado artesanal de El Guarco, principalmente en la comunidad de Higuito.

Entre las primeras familias que se tiene noción de su trabajo en el oficio de cabuya están los hermanos Calderón en la Cangreja, Aníbal Navarro y  familia en  Higuito. (test, Dulcelina Serrano, sobrina de los Calderón, julio/2011).  los Salas, Maroto, Quiroz, Calderón, Campos  en El Tejar, los Molina en Copalchi, (Test, Juan Camacho”matina”2010,) los Figueres (propulsores de la idea industrial de cabuya) en la Lucha, los Arrieta en San Isidro, y más reciente (2009)  están, entre otros: José Rodríguez, Ramiro Campos, Marco Tulio Salas, Fernando Brenes, Ana Solano, Melico Salas, Raúl Molina, La familia Abarca de la Estrella de El Guarco quienes cultivan la cabuya, Marco Tulio Quirós y el principal cultor, Juan Olivado Camacho de 70 años, él se distingue por su carisma y dedicación a la enseñanza del trabajo de la Cabuya además, es el único cultor del que se sabe hasta la fecha, que hace todo el proceso desde la extracción de la fibra, hasta la elaboración y venta del artículo, y por tal motivo fue seleccionado como cultor para impartir talleres del oficio  de la cabuya en algunas instituciones educativas, auspiciado por Ministerio de Cultura  por medio de su proyecto, “Maestros Portadores de tradición.
Por medio de dicho programa se ha logrado sacar de las cenizas a esta tradición en nuestro país, procurando volver a las fibras naturales  como fuente de materia prima para trabajar, producir y llevar al mercado, como lo hacían nuestros antepasados.
Los aborígenes costarricenses se caracterizaron por mantener el equilibrio con la naturaleza, vivían de ella sin destruirla. Ellos nos legaron ese patrimonio natural y educativo, pero no se sabe en qué momento de la historia dejo de ser importante para caer en la inconsciencia y hacer de este planeta un tornado de material mezclado, sin percatarse qué los tornados suelen dejar a su paso  dolor y destrucción, muchas veces irreparable .
Valga el párrafo anterior para hacerse la pregunta ¿Porqué no enseñar a nuestros niños, niñas y jóvenes, la historia desde su punto sensible?  A los mayores nos falta aprender a ver con  lupa el pasado y el futuro para poder educar a los menores.
La naturaleza nos da la materia prima y el hombre pone su creatividad, solo hay que mantener el equilibrio.
A través de los talleres que se han dado en las escuelas desde 2008 a 2010 en El Guarco,  se espera sembrar la inquietud en los estudiantes para que se pueda retomar este oficio como alternativa de fuente de ingresos a muchas familias, generando así no solo el recurso económico, sino también identidad, expresando  en la creatividad artística  una gran variedad de productos acordes a las exigencias del mercado actual.
Tal vez no tengamos en este momento las calles del Guarco, libres como antes para llenarlas de cabuyeros y los chiquillos deseosos de trabajar, pero sí,  la creatividad y la  esperanza de que florezcan – a través de nuestra insistencia y la de muchos- , los valores como la honestidad, solidaridad y el deseo de un futuro mejor y más sano.

Sonia Navarro/ 2010-2011